Por Abraham Ascencio
Desde principios del año 1880, en las principales ciudades de los Estados de México fue apareciendo una red de comercios franceses de ropa, accesorios y novedades, muchos de ellos perduran hasta nuestros días.
Desde 1897, también fueron naciendo los bancos regionales de emisión. Algunos franceses participaron en ambos negocios que terminaron por complementarse: los ahorros de los comerciantes tenían un empleo remunerado y cuando requerían de créditos lo obtenían a bajo costo y en el momento, aunque todos sabemos que todo crédito es beneficioso solo para el prestamista.
De esta manera lograron crear grandes almacenes y Edificios que resaltaban por su gran arquitectura, tal es el ejemplo de La Ciudad de Londres en Tulancingo, de Los Precios de Francia en Tampico, y el de Las Fábricas de Francia en Guadalajara.
La ciudad de Londres se encontraba ubicada en las calles de Plaza de la Constitución y la calle Cuauhtémoc, justo en frente de la floresta, en el centro de la ciudad de Tulancingo; en el lugar se comerciaba con ropa, novedades, mercería, papelería, cristalería, Ferretería, zapatería y mueblería, siendo esta tienda una de las más destacadas junto a las abiertas en Argentina.
En nuestro país de abrieron 146 comercios de este tipo, en el estado de Hidalgo, fueron 8 los establecimientos, destacando ya la mencionada Ciudad de Londres de los Hermanos Chalvet y en Pachuca el Progreso de F, Garcín y Cía.
De esta manera el país fue invadido por tiendas como: Las Fábricas de Francia, El Puerto de Liverpool, Las Novedades, La Francia Marítima, El Nuevo Mundo, La Primavera, El Progreso, Al Puerto de Veracruz, La Ciudad de Londres, El Correo Francés, La Ciudad de México, La Parisiense, El Fénix, y hoteles como el típico París.
Les compartimos la foto del edificio de la Ciudad de Londres, en el centro de Tulancigo, Hidalgo.
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