Por Abraham Ascencio
María Lucrecia Hernández Atenco, originaria de Santa Ana Tzacuala en Acaxochitlán, ganó en el Séptimo Concurso Nacional de Textiles y Rebozo 2019.
María Lucrecia Hernández Atenco con una gran sonrisa, junto a una de sus artesanías.
Este certamen se realizó en Santa María del Río, San Luis Potosí, con el objetivo de incentivar a las artesanas y artesanos textileros del país a continuar elaborando piezas cuya creación se distinga por su aportación cultural, artística y estética.
“Me siento muy feliz, muy orgullosa de representar a las artesanas de Hidalgo”, comentó Hernández Atenco.
La artesana presentó su trabajo en la categoría de textiles de algodón, enredos, pasahuancos y fajas, tejido de cintura o pedal, con una blusa con bordado “ilbá” de color rojo, con figuras que representan flores de la región.
Dicho concurso nacional reconoce a las y los creadores en la maestría del uso de la técnica y los saberes artesanales.
Entre las especialidades que Lucrecia ha desarrollado son el Ilbá, el bordado sencillo, punto de enredo, el cual es un hilo a lo largo y enredado, lo que complica el trabajo artesanal y solo la experiencia puede hacer que no se equivoquen la bordadoras.
“Empecé de bordar a los doce años hasta ahorita, yo cuando empecé me gustaba tejer y luego le escondía a mis hermanas sus hilos porque no me dejaban y ahí empiezo a intentar a tejer sola, viendo”, dijo la bordadora de Santa Ana Tzacuala.
Desde muy joven aprendió de manera autodidacta, el hilado de cintura, tradicional entre las poblaciones de Acaxochitlán, en una sola prenda tarda tres meses por pieza.
“Para armar las blusas me re gustaba cocer a máquina y gracias a Dios me compré mi máquina, de primero no podía pero de aquí he sacado adelante a mi familia, y entre todos trabajamos”, concluyó la orgullosa artesana.
Para la Feria de Pachuca estuvo exponiendo su trabajo en el pabellón artesanal, y espera que la gente se interesé más en el trabajo de las mujeres artesanas de todo Hidalgo.
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